Los investigadores tratan de determinar si el agresor actuó bajo un brote psiquiátrico originado por el abandono de un tratamiento. La mujer se recupera de los cortes en el cuello y en el rostro.
Un ingeniero de 56 años y docente de dos universidades en Mar del Plata atacó a puñaladas a su pareja en el ascensor de un edificio y fue detenido gracias a la intervención de algunos vecinos.
La víctima, una mujer de 51 años, sufrió lesiones en su cuello que obligaron a su urgente internación, aunque partes médicos extraoficiales indicaron que se encuentra fuera de peligro.
En tanto, el ingeniero -cuyos datos fueron preservados por orden judicial- quedó detenido acusado de “tentativa de homicidio agravada por el vínculo y por violencia de género”, una figura penal que guarda una pena mínima de 10 años de prisión.
De acuerdo a la información que trascendió la esfera investigativa, en la fiscalía N°1 a cargo de Fernando Castro se sospecha que el ingeniero podría haber entrado en un rapto de violencia a causa de la interrupción de un tratamiento psiquiátrico.
Los hechos se produjeron en la noche del lunes en un edificio de la zona de Rivadavia y 20 de septiembre cuando la pareja ingresó a uno de los ascensores del edificio en el que viven.
Allí, bajo circunstancias que aún se desconocen porque la víctima no pudo declarar y el detenido se negó a hacerlo, se inició el ataque. El ingeniero tenía dos cuchillos y con uno de ellos agredió a la mujer en el cuello y en el rostro, pero los gritos alertaron a algunos vecinos que corrieron a salvar a la víctima.
Sin embargo, no fue tarea sencilla para las otras personas lograr separarlos y se produjo una lucha por algunos segundos, al cabo de la cual el ingeniero y docente sufrió cortes en sus manos.
Finalmente fue convocada la policía y una ambulancia, que detuvo al agresor y asistió a la mujer. Dado la severa lesión que presentaba en el cuello, la víctima fue trasladada de un urgencia a una clínica privada, aunque luego de las primeras atenciones se estableció que no corría peligro de muerte.
Los dichos de los vecinos y testigos orientaron al fiscal Castro hacia la hipótesis de un brote psicótico por lo cual ordenó estudios psicológicos y psiquiátricos.
En la mañana de este martes, el detenido se negó a declarar ante el fiscal Castro, por lo que fue enviado a la cárcel de Batán a la espera de las próximas incidencias procesales.